La Curiosidad Mato al Gato.

La curiosidad mata al gato, decía una antigua frase que se refería al cuidado, a su excesiva cautela.  Advertía que preocuparse es malo y puede llevar a la tumba; y reconoce a los gatos como muy cautos y cuidadosos. Con el tiempo, la palabra  cuidado se convirtió en curiosidad: ser cuidadoso al investigar. Todos llegamos al mundo con el deseo de aprender. El hombre más inteligente fue Leonardo Da Vinci. Para Freud Leonardo convirtió su pasión en curiosidad. Aconsejaba cuidarse de uno mismo, alejarse y volver a mirar, ver desde lejos o desde diferente perspectiva, contar hasta 10.
La curiosidad, es la actitud típica de la infancia que consiste en sentir interés por todo, y dejar de ver el mundo con prejuicios. La duda es el camino al experimento. Los niños están orientados a explorar y formular preguntas, todo les interesa y cualquier cosa llama su atención, ven el mundo con ojos nuevos. Esa curiosidad apasionada no debería desaparecer. A medida que pasan los años, la curiosidad es el combustible que mueve al científico y al artista. Renueva y amplia. Muchos avances científicos surgen cuando alguien los cuestiona: ¿Porqué se hace así? ¿Puedo actuar de otra manera? ¿Quiero continuar con esta situación? ¿Hay otras maneras de enfocarla?¿Quiénes me ayudan más a ser yo mismo?

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